Los NOwners somos la generación de la economía colaborativa, un estilo de vida que está cambiando la percepción del mundo tal y como lo conocimos. Gracias a la globalización, la tecnología y las redes sociales tenemos más recursos que han permitido que esta nueva filosofía haya venido para quedarse.
NOwners está compuesto por ‘no’ y ‘owner’ (‘propietario’), porque a los NOwners no nos interesan las propiedades, lo que buscamos son sensaciones y experiencias. Como los impulsores de la economía colaborativa, somos los culpables de que palabras como carsharing, carpooling, coworking o couchsurfing estén a la orden del día y que, en más de una ocasión, tengamos que explicárselas a los más rezagados.
Un movimiento global que aumenta año tras año y donde jóvenes y no tan jóvenes compartimos medios de transporte como bicicletas, trayectos en coche, espacio de trabajo e incluso alojamiento cuando viajamos.
¿Pero qué define a un NOwner?
1. Ser un ‘NOwner’ no es sólo cosa de Millennials.
Pese a que es una tendencia con mayor acogida a nivel mundial entre millennials (el 72% la aplica en su día a día), el 28% de la población adulta de más de 50 se ha sumado este nuevo estilo de vida.
Como explican en The People Who Share, el uso de plataformas de economía colaborativa entre los mayores de 50 ha llegado a crecer un 375% en el último año y cada vez son más los adultos que se suman a la tendencia de compartir.
2. Somos nómadas.
No queremos atarnos a ninguna propiedad y ya no son importantes los hitos vitales como
la adquisición de una vivienda o la compra de coche. Una compra de estas dimensiones implica atarnos de alguna manera a un lugar que aún no sabemos si será el definitivo.
Hemos sustituido los tatuajes de Carpe Diem, por vivir de verdad el momento y sumar aventuras en vez de bienes materiales.
3. Buscamos experiencias.
Lejos de preocuparnos lo de no tener propiedades (o querer tenerlas), nos sirve como excusa para embarcarnos en diferentes aventuras y enriquecernos a través de experiencias.
Preferimos gastar nuestros ahorros en construir grandes recuerdos a través de viajes solos o acompañados, festivales de música, encuentros culturales o excursiones improvisadas.
4. Pagamos por un servicio cuando realmente lo necesitamos.
Disfrutar de diferentes experiencias es compatible con poder conducir cuando lo necesitamos, compartir un trayecto en coche hasta otra ciudad, e incluso escuchar cualquier canción desde el smartphone o ver películas sin necesidad de comprar el formato físico u ocupar espacio en nuestro disco duro. Buscamos la comodidad, la flexibilidad y la libertad de utilizar servicios cuando queremos.
5. Todo está al alcance de una una simple descarga.
Y es que todo lo que necesitas está en tu mano (literalmente). Desde el smartphone puedes compartir viajes en Blablacar, ir a trabajar en Car2Go, alojarte en Airbnb cuando viajas a otra parte del mundo, escuchar música desde Spotify, ver series y películas a través Netflix, e incluso tus amigos (porque tú no, tú no lo usas) pueden encontrar pareja en Tinder.
¿Pero qué significa todo esto?
La sociedad está cambiando y lo que antes era un producto ha pasado a ser visto como un servicio. No hablamos de millennials o generación X, hablamos de un estilo de vida impulsado por los usuarios que ha difuminado barreras entre generaciones, donde prima la libertad, la comodidad y la experiencia por encima de las propiedades y las ataduras.
Algo que mientras algunas marcas ya han comprendido e incorporado en su ADN, otras se empeñan en alejarse de las nuevas tendencias o incluso aún les tienen miedo. Pero gracias a la tecnología tienen una gran oportunidad a su alcance: la posibilidad de acercarse a los NOwners, de conocerlos y adaptarse a ellos.
Así que, don’t fight it, go with it!. (: