Ruido.

04/12/14

Wearable Tech: cada vez más cyborgs

No hace muchos años veíamos en las películas de ciencia ficción una gran tendencia al uso de dispositivos tecnológicos que nos acercaban cada vez más a ser cyborgs. Siempre que veíamos estas imágenes pensábamos que no conoceríamos el día en el que nuestras vidas se transformarían de esta manera.

Sin embargo, parece que este futuro que nos pintaron llegó antes de tiempo. Desde hace un par de años estamos asistiendo al crecimiento exponencial de una gran tendencia (¿o moda?) que el mundo geek ha denominado “wearable tech”.

Esta tendencia fue catapultada cuando Google nos contó en un vídeo, hace más de 2 años, que estaba trabajando en un producto que cambiaría la forma en la que vivimos: las Google Glasses. Con este nuevo invento, nuestro día podría ser más productivo gracias al uso de unas lentes que con comandos de voz nos permitirían hacer prácticamente lo mismo que nuestro smartphone.

Wearable devicesPero, ¿qué pasará en los siguientes años? ¿Por qué tenemos que preocuparnos por esta nueva tendencia? Porque la información no sirve si no la tienes cuando la necesitas.

Por ejemplo, estas tecnologías permitirán que un nadador profesional pueda ver debajo del agua el avance de sus recorridos o que un esquiador pueda definir su ruta ideal y conocer sus tiempos y velocidades con dispositivos especiales como los que crearon en la Universidad de Columbia y que hoy son una realidad (por un módico precio de 400 dólares americanos).

No es coincidencia que además de la mencionada Google, grandes empresas como Samsung y ahora Apple con su Apple Watch estén invirtiendo millones de dólares en la creación de dispositivos que lleven el poder de los móviles a la muñeca, al pie o a los mismos ojos con lentes de contacto (ver noticia). Así como hace unos años los smartphones remplazaron a los PCs y luego a los ordenadores portátiles, ahora este tipo de dispositivos van a ir remplazando paulatinamente a los famosos teléfonos inteligentes.

Es probable que el wearable tech se posicione como la nueva moda digital de forma más rápida que cuando en su día lo hicieron los smartphones. Dados los precios de los componentes, pequeñas empresas han podido producir gadgets similares a bajo coste y desarrollar negocios con ideas simples. Para muestra tenemos el smartwatch Pebble, uno de los primeros relojes inteligentes diseñado por Eric Migicovsky, un joven emprendedor de Silicon Valley que en un mes consiguiño recaudar fondos de casi 5 millones de dólares en su kickstarter cuando la meta era de tan sólo 100.000 dólares. Al igual que el Pebble, hay varios ejemplos más que demuestran que los usuarios están interesados en cambiar su estilo de vida por uno más tecnológico y práctico en el que puedan tener más información de su entorno -y de ellos mismos- a través de su cuerpo.

Quizá hoy todavía parece lejano el día que cambiaremos nuestros móviles por wearable devices, pero hace 10 años pensábamos lo mismo cuando nos decían que iba a ser posible revisar el correo y realizar una infinidad de actividades desde el móvil. Se estima que los usuarios desbloquean un promedio de 100 veces al día su móvil o tablet para consultar algo. Según analistas de internet, una tercera parte de estas búsquedas podrían ser realizadas desde un wearable device.

Si bien es cierto que hace falta tiempo para que esta tendencia tome fuerza, los que trabajamos en marketing debemos pensar desde ya en estrategias de comunicación acordes a este estilo de vida. Tenemos una mala noticia: la generalización de este tipo de dispositivos creará un mundo de opciones ilimitado y contribuirá a seguir diluyendo la atención de los usuarios. La buena: podremos tener acceso a niveles de información que como usuarios antes no conocíamos y adelantarnos antes de que la bomba del wearable tech explote.

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