Hay dos formas de proyectar el futuro: la racional y la intuitiva. El análisis racional de datos nos presenta un futuro luminoso (la luz es más deslumbrante cuando se ve desde dentro de un túnel). El gobierno estima un crecimiento del PIB del 2% para 2015, y el FMI habla de un 1,7%, situando a España a la cabeza del crecimiento en Europa.
Nuestro sector tiene una fuerte correlación con la economía, y por lo tanto las previsiones también son optimistas. ZenithVigía prevé un crecimiento de la inversión publicitaria en España del 2,7% para 2015, y del 6,7% si hablamos de inversión digital. Es decir, con los datos en la mano, el futuro es luminoso. Viniendo de donde venimos, yo diría que deslumbrante.
Las proyecciones intuitivas se basan el pulso que todos tenemos de nuestro mercado; las sensaciones, y tienen que ver más con nuestro entorno, nuestro negocio. Mi percepción es que hay un moderado optimismo hacia el futuro. Las sensación generalizada es que la inversión se está animando en la última parte del año, y que los presupuestos para 2015 serán mayores. No conozco a nadie que crea que en 2015 le va a ir peor que en 2014. El sentimiento general es que hemos dejado atrás lo peor.
Si rascamos con un poco más de profundidad, vemos tendencias claras. La televisión reina a placer, pero el consumidor se está haciendo más digital, más complejo, más onmicanal. Lógicamente, el mercado va detrás (siempre detrás, pero siempre en la misma dirección del consumidor). El mundo digital acapara más atención y más inversión, por supuesto. Pero más allá de esto, nos encontramos en un punto de inflexión; un momento en el que la tecnología empieza a ser inseparable de la comunicación. Esto trae un mundo de oportunidades (así lo vemos en Social Noise) pero también un mundo de retos para gente que ve el mundo de otra manera. Hay agnósticos que no acaban de creer, y que están en puestos importante, tanto en agencias como en clientes.
Más allá de la pura inversión en medios medida por Infoadex, la irrupción de la tecnología nos trae oportunidades de negocio de un valor enorme. El móvil, el eCommerce (y el social commerce), el internet de las cosas, la TV conectada, las redes sociales como ancla para una estrategia de CRM, la capacidad de medir el comportamiento del consumidor en tiempo real, la tecnología de grabación audiovisual… Tanto para agencias como para anunciantes, estas tecnologías, al alcance de todos, desbordan las posibilidades tradicionales de comunicación con nuestro cliente y abren nuevas vías, ya no solo de comunicación, sino de negocio, de conversión.
Artículo de opinión publicado en el número 1500 de Revista Anuncios