Cualquier tarde de sábado estás en casa y te das cuenta de que se te echan las vacaciones encima y todavía no sabes dónde ir. Desde el sofá buscas en Google con tu tablet destinos de viajes y ofertas. Hay una agencia según vas a la oficina, pero abre muy tarde y no tienes tiempo de pararte. Además, en internet tienes a tu disposición todo tipo de destinos y a muy buen precio…
Esta es una estampa que cada vez se repite más. Y es que internet se ha colado de lleno en los procesos de compra. La penetración de la compra online, según IAB, es de un 67%. Desde 2013 se ha incrementado un 52%.
Los compradores online suelen realizar dos o tres transacciones al mes con un gasto medio de 70€. Cuando el consumidor es mayor (entre 40 o 55 años) el ticket medio aumenta, aunque la frecuencia de compra disminuye.
Hay categorías altamente desarrolladas en el ámbito web, como es el sector “turismo”, con un 78% de presencia en el proceso de compra, o la de las telecomunicaciones, con un 64%, según Prisa Digital. Los bienes intangibles son los que más se prestan a ser comprados a través de la web. En las categorías más tangibles como la electrónica, la moda, la belleza o los productos de la casa se realizan menos transacciones, aunque tienen presencia online.
Los españoles preferimos ver el producto, tocarlo o experimentar con él. Por lo que es muy probable que indaguemos sobre sus características a través de la web, pero al final acabaremos yendo a la tienda física para ver el producto en cuestión. Un 21% de los usuarios compra un producto en una tienda física después de haber buscado información por internet. Un ejemplo claro lo tenemos en los productos de belleza, que sólo acanzan un 8% de las ventas a través de la web.
Las razones por la que nos decidimos a comprar por internet son fundamentalmente precio y comodidad. Se tiene la idea, aunque no siempre es así, de que en internet los precios son más económicos. Por otro lado, al 84% de los usuarios le parece más cómodo hacer sus compras por internet sin tener que ir físicamente a ningún lugar. En otros casos, los compradores aseguran que es su única alternativa. Hasta un 63% reconoce que en su entorno no encuentra el producto en cuestión o que sus horarios son incompatibles con los de una tienda física.
Las transacciones online se realizan fundamentalmente a través de ordenadores de sobremesa, pero hay que tener en cuenta la cada vez más alta penetración del mobile. Es común comenzar a buscar información sobre un producto en el móvil y terminar la compra en el ordenador. Si la opción móvil se lo pone “fácil” al comprador es muy probable que finalice la transacción en el propio dispositivo, por lo que es muy recomendable que nuestro site sea responsive y sencillo a la hora de realizar una compra.
Por otro lado, las compras a través de las Apps ha aumentado significativamente desde el 2013. El 40% de las transacciones se realizan a través de alguna app y son los más jóvenes, entre 16 y 31 años los que más las utilizan.
¿Y cómo nos decantamos por una web u otra a la hora de buscar un producto en concreto? IAB nos dice que son los blogs y foros donde más información buscamos, hasta un 49% y en amigos y familia un 45%. En menor medida, pero nada desdeñable es la información que buscamos en la propia web de la marca o el producto en cuestión, con hasta un 36% de influencia.
EN RESUMEN…
Es necesario estar en internet, ya realicemos la venta online o en un punto físico. Debemos de adaptar nuestro contenido a todo tipo de dispositivos, puesto que la tendencia es que cada vez se compre más a través de dispositivos móviles.
Debemos hacer todo lo posible para que nuestro producto pueda ser inspeccionado y analizado, y de esta manera podamos replicar, en la medida de lo posible, la experiencia de compra y “ritual” de la tienda física.
Por último, no sólo tenemos que cuidar de nuestro site, sino que también tendremos que monitorizar blogs y redes sociales en los que se pueda hablar de nuestra marca, ya que estás redes pueden ser clave en la última decisión de compra.
Fuentes: IAB, Prisa Digital.