¿Realmente se puede hacer esto desde una red social tan simple?
Este tipo de ideas son las que más me gustan, sobre todo cuando explotamos una plataforma como lo que es y la manera en la que se utiliza disrupciona y aprovecha su naturaleza. No necesitamos crear algo súper complicado para el cliente (esto no quiere decir que no me gusten este tipo de ideas, al contrario). Pero encontrarle otra forma de uso sin alterar la esencia de la plataforma me parece una idea acertada.
Instagram es una plataforma que está tomando una fuerza importante para los consumidores, posiblemente por la falta de anuncios o simplemente por la estética que engloba. Esta red social, que busca el halago personal, nos permite como marcas hacer lo mismo a través de ideas que inviten al usuario a experimentar dentro de la red y que lo posicionen como alguien cool y early adopter por realizar o compartir este tipo de dinámicas.
Otro acierto de estas acciones es no obligar a que el usuario haga algo extra completamente ajeno a su comportamiento habitual en la red, algo que muchas veces olvidamos en el mundo de las ideas. El amor al arte o la creatividad deben hacernos sentir como usuarios y una vez que lo logremos tendrá sentido en nuestras comunidades y clientes.
Las ideas más simples son las que logran mayor penetración, al igual que las redes sociales, que a lo largo del tiempo han apostado por ser más bonitas que funcionales. Si logramos hacer una acción funcional, simple y bonita habremos acertado.
Les dejo este ejemplo de una buena idea muy bien ejecutada, que nos invita a idear de qué forma podemos explotar una red social que democratiza la estética e incita a mejorar las imágenes que subimos, que se ha posicionado sobre otras redes que han complicado su accionar y que por lo tanto tienden a desaparecer.
Una buena idea, una buena ejecución y sobre todo un bonito final.