Ruido.

02/11/16

Jugar en tiempos revueltos

¿Quién no ha jugado al clásico Pong, Space Invaders, Pac-Man o Tetris? Los videojuegos han evolucionado años luz con el avance de la tecnología. Te vamos a hablar de las ventajas sociales, cognitivas, intelectuales -¡sí, intelectuales!- de jugar, y haremos un viaje en el tiempo, desde los precursores comedores de cocos hasta los modernos cazadores de Pokémon.

Jugar puede ser beneficioso para tu salud

Con los videojuegos ganamos agilidad mental, velocidad de reacción, paciencia y una serie ilimitada de habilidades, dependiendo del tipo, la plataforma, dificultad y características que tenga el juego.

Por ejemplo, si habéis probado a jugar desde PC Online en algún juego de rol (tipo World of Warcraft, Lineage II o League of Legends, entre otros), en los que es necesario hablar, comerciar y relacionarse con gente de otros países, habréis desarrollado habilidades de comunicación y negociación, aprendido idiomas e interactuado y formado equipos para derrotar a adversarios… Ya sea contra la inteligencia artificial (IA) o contra otros jugadores o equipos humanos.

Extrapolando esto último a nuestra carrera profesional, podría decirse que en esos pequeños grupos se hace team building. Un jugador ejecuta el papel de líder, y organiza la estrategia para conseguir el objetivo, motiva ante la posible derrota e intenta que el grupo se mantenga unido en una misma dirección. Sin alejarnos de la realidad, así es como funcionan, o deberían funcionar, los equipos y sobre todo las empresas sin importar su tamaño.

El primer videojuego nació de una tesis doctoral

¿Sabías qué el primer videojuego fue un tres en raya (OXO)? Se desarrolló como tesis doctoral en 1952 por Alexander Douglas. Aunque anteriormente se crearon dos proyectos de simulación, pero no existía hasta el momento una máquina con potencia suficiente para ejecutarlo.

Foto: taringa.net
Foto: taringa.net

En décadas posteriores aparecieron títulos como Space Invaders, Pac-Man, Super Mario Bros, Legend of Zelda, Final Fantasy y Super Mario Kart, entre otros muchos. Además las plataformas para jugar emprendieron una carrera por hacerse con el mercado. Nacieron plataformas como Odyssey, las clásicas máquinas de recreativos, la consola Sega Megadrive, SNES (Super Nintendo Entertainment System), GameBoy, Playstation, Nintendo 64… que fueron evolucionando con prestaciones cada vez más sofisticadas e interactivas.

La mejora de la industria del videojuego trajo consigo la irrupción en el mercado de nuevos dispositivos. La Playstation 2, Xbox, Nintendo Game Cube… Posteriormente, fueron mejorándose las consolas hasta las existentes actualmente (Playstation 4, Xbox One, Nintendo Wii, Nintendo 3DS…). En los PC dominaban los juegos de estrategia en tiempo real con títulos como Age of Empires o Starcraft.

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Es muy probable que hayáis experimentado alguna de las mencionadas y os invada la nostalgia. Si es así no queda mucho para que las grandes del sector lancen remasterizaciones adaptadas a la tecnología actual, con la esencia de las consolas que hace un tiempo tuvisteis y que algunos aún conserváis.

No todo está en las consolas o los PC. Con la llegada de los smartphones se revolucionó la sociedad digital, nacieron las apps y con ellas surgieron nuevas formas táctiles de jugar. Gran parte de los consumidores de juegos en los smartphones dedican a ellos sus ratos muertos y su tiempo de ocio. El éxito que marca la diferencia entre unos, como por ejemplo el Candy Crush, y otros que no tuvieron tanto éxito (Bejeweled), aunque partían de una idea de juego similar, se basa en las estrategias de marketing.

Foto: taringa.net
Foto: taringa.net

La revolución de las apps

Hay que tener en cuenta que cualquier persona que disponga de un smartphone (en España el 80% según un informe realizado por Simon Kemp para We Are Social) puede jugar a tiempo real con cualquier otro jugador en cualquier lugar del mundo.

Antes de desarrollar una nueva app con intención de hacerla viral y reconocida, sobre todo en el mercado de los videojuegos, hay que tener en cuenta muchas cosas.

Una app se puede considerar un negocio, igual que si abrimos un restaurante o una tienda de antigüedades. Es importante hacer un plan de marketing, analizar el mercado, tener claros los objetivos, los factores sociodemográficos, etc. Una vez superamos lo anterior, mientras desarrollamos e implementamos la idea tenemos que considerar que las apps no son algo terminado nunca, están sujetas a cambios constantes, implementaciones nuevas, cambios de skins, nuevas modalidades de juego, mejoras, nuevos ítems, equilibrio en las recompensas… Hay que hacer cambios periódicos para evitar que el usuario se aburra.

Otro factor a valorar, sobre todo para apps en las que otros jugadores son rivales a tiempo real, es que el sistema de obtención de bonificaciones (comprando mejoras en la tienda del juego) no sea demasiado oneroso, porque si no los jugadores que alimentan nuestra comunidad y que prefieren dedicarle más tiempo a jugar en vez de pagar por tener todo lo antes posible abandonarán el juego porque lo verán desequilibrado e injusto.

El mundo Pokémon

Foto: luzugames
Foto: luzugames

No podemos despedirnos sin hablar del boom generado por Pokémon Go y su éxito, que se debe a dos factores importantes. En primer lugar, un rollback que han experimentado numerosos jugadores que crecieron con la casi olvidada primera generación y que les trae un pedacito de su infancia y adolescencia a la actualidad. En segundo lugar, y quizá el más importante, el modo de juego.

Niantic ha roto la experiencia de usuario aprovechando la tecnología que tenemos desde hace unos años a nuestra disposición. Batieron records de usuarios activos, fue como un globo que se infló en cuestión de días, y que ha tardado pocas semanas en perder fuelle.

Poco a poco iremos viendo cuál es la comunidad que queda y cuál ha sido el impacto real. Lo que sí está claro es que han abierto una nueva forma de diversión planetaria y apta para todos los públicos.

Y tú, ¿en qué plataformas juegas?

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