Sí, lo reconozco: Me gustan los números, los excel y hacer informes.
Los datos se han convertido en un imprescindible en cualquier ámbito de nuestra sociedad y, por supuesto, en nuestro sector. No sabemos, ni debemos vivir sin ellos.
Muchos dirán: “¿y qué hay de la intuición?”. Yo les diría que la intuición está muy bien, pero intuición no es igual a magia. Es una creencia que se forja por la acumulación inconsciente de experiencias e información.
Y es que mi “amor” se acrecienta cuando veo estudios como el Consumer Barometer de Google, que llega ya a su cuarta edición. Un estudio acerca del uso que la gente hace de internet permitiendo comparar hábitos digitales de compra, consumo de vídeo y móviles en más de 56 países. ¡Es precioso en su fondo y forma!
¿Por qué en el fondo?
Considero el fondo de un estudio la utilidad de la información que nos presenta. En el caso del Consumer Barometer, tenemos ante nosotros una serie de potentísimos insights y además, con carácter global y local.
Por ejemplo, respecto a los españoles, descubrimos datos tan interesantes como que empleamos de media 2,9 dispositivos (una de las cifras más elevadas del mundo), que un 72% utilizamos smartphone (uno de los ratios de penetración más altos de Europa) o que un 23% afirma consumir vídeos con su pareja (el ratio más alto de Europa Occidental).
¿Por qué en la forma?
Entiendo por la forma de un estudio el cómo se presenta la información a nivel visual. Amo los datos, pero reconozco que mal presentados pueden resultar un auténtico “tostón”. Al ver el Consumer Barometer dije: Así sí. Interactivo, gráficos sencillos, atractivos y nada de parrafadas explicándolos, sino TITULARES (que es lo que al final leen nuestros clientes).
En definitiva, lo bonito del comportamiento humano es que es impredecible, pero nuestro trabajo es minimizar el gap entre cómo creemos que se comportará una persona/comunidad ante cierto estímulo y cómo se comporta realmente. ¿Cómo podemos hacerlo? Con (bellos) datos.
Aquí podéis consultar el estudio para España.