Ruido.

24/03/15

La era de la hiperpersonalización

Cuando veo artículos como este, no puedo sino esbozar una sonrisa. Me recuerdan a mí mismo hace quince años, cuando fundamos la primera consultora especializada en Personalización en España, o cuando publicamos el primer libro sobre la materia, en 2004.

Todo estaba por hacer, nosotros mismos no teníamos ni pajolera idea de dónde nos metíamos, y sin embargo todo era nuevo y excitante. O quizá es que sencillamente éramos más jóvenes.

No pretendo sonar como una canción de Amaral, sencillamente comentar que, en inmortales palabras de Illidan Stormrage, “You’re not prepared”.

Quizás ahora es el momento de echar un poco la vista atrás. Ahora que la hiperpersonalización va a barrer la industria como un tsunami.

¿Qué industria?

Todas.

¿Por qué razón?

Sobre la materia he hablado en infinitud de ocasiones. He hablado del colapso de la industria publicitaria, he hablado sobre el agotamiento de la comunicación masiva, he hablado sobre las capacitaciones necesarias para abordarlo de manera efectiva, de cómo transformará el consumo de contenido televisivo, de cuáles son los fundamentos técnicos que lo soportan (lo que terminamos llamando Personotecnia).

No pretendo ser exhaustivo sobre un tema sobre el que he producido una cantidad ingente de contenido en un post. Simplemente reiterar un tema clave que es el resumen de todo:

Las industrias que no sean capaces de gestionar los entornos hiperpersonales, y por ende, no sean relevantes en el siglo XXI, sencillamente desaparecerán.

Lo mismo que desaparecieron o se convirtieron en irrelevantes las compañías que no supieron entender y aceptar la industrialización, el cambio de modas, el aggiornamiento tecnológico, el aplanamiento de la tierra o los cambios sociales y demográficos.

¿Qué tiene de particular la situación en la que vivimos actualmente?

Quizás que por primera vez coinciden la visión, la tecnología, las demandas de la industria y el agotamiento de las iniciativas tradicionales. La presión de mercado ha subido de manera brutal y el driver clásico de la innovación en España (El agua al cuello) está subiendo a niveles espectaculares.

En realidad la tecnología lleva mucho tiempo disponible. Y la visión, pues eso, quince años. No nos engañemos, lo que realmente está cambiando es que los modelos de negocio que han triunfado en los ochenta / noventa están colapsando de manera clamorosa, y la necesidad de otra cosa, que no sabemos muy bien todavía lo que es, aparece como algo insoslayable.

En realidad, hay un indicador secundario relevante: Todas las grandes compañías de consultoría han ido ocupando espacios en territorios relativos a la orientación al cliente: Vía adquisiciones (Accenture – Fjord ; Deloitte – Daemon Quest…) han localizado donde está la demanda actual y pretenden satisfacerla.

Quince años después de que formuláramos nuestra visión inicial.

Bueno, Edison logró mantener la puñetera corriente eléctrica continua en algunas áreas de Nueva York hasta el 2007 porque se le puso en el cimbel que Tesla y su corriente alterna eran una cosa sin futuro y peligrosa. La suerte es el 50% de todo, y el 80% de esa suerte es puro timing. Asumamos sencillamente, que la vida a veces, es así de caprichosa.

Pero créanos, la ola va a llegar. Y de usted depende si quiere que le ahogue, sobrevivir, o surfear encima de ella.

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