A menudo nos encontramos con clientes que tienen un miedo atroz a abrir su negocio a las redes sociales. «Me apuesto un brazo a que si abro un Twitter de mi producto se va a llenar de quejas de usuarios y demás trolls», nos decía recientemente el cliente X. Puede que tenga usted razón, cliente X, pero ese no es un problema de las redes sociales, sino de su producto o servicio, ya que no está satisfaciendo las necesidades de sus consumidores.
Las redes sociales, no sólo no suponen una amenaza, sino que representan una oportunidad inmejorable para conocer a nuestra audiencia. Son un observatorio desde donde podemos obtener unos insights de consumidor muy valiosos para trazar la estrategia de una marca. Además, es totalmente erróneo el pensamiento de que los consumidores sólo quieren quejarse. Los consumidores se quejan cuando un servicio o producto les decepciona, pero lo valoran y lo aprecian cuando cumple sus expectativas.
Centrándonos en este lado amable de las redes sociales, es muy bonito observar cómo muchos usuarios se han volcado estos últimos días dando apoyo a Campofrío tras el incendio de su fábrica de Burgos. En este artículo publicado por El País podéis ver esas muestras de apoyo a la mítica marca.
Dedicado a todos los escépticos de las redes sociales.