Ruido.

26/03/15

Adiós al chico, hola al hombre

Se enamoró. Días antes de ser llamado a filas, un joven soldado de Virginia, se enamoró perdidamente de la belleza de una joven sureña. Quedó tan hipnotizado que juró que aquella chica acabaría siendo la mujer de su vida. Así que, momentos antes de marcharse a combatir le pidió matrimonio, prometiendo que acabada la guerra, volvería a por ella. La joven le confesó que si su respuesta era «sí» se pondría un ramillete con cuatro rosas en su vestido.

Paul Jones Jr., volvió, y como prometió, la joven sureña llevaba en su vestido las cuatro rosas en la noche del gran baile. Más tarde bautizaría en su honor el que fue su proyecto de vida, Four Roses Bourbon.

La marca necesitaba volver a tener presencia con un discurso enfocado en su nuevo público objetivo: hombres de 28 a 35 años en un momento de transición hacia su etapa más adulta, y como consumidores, con el ideal de sentirse identificado con una bebida con la que entablar una relación a largo plazo.

De alguna manera existía un símil entre el fundador de la marca y nuestra audiencia. Ambos estaban dejando atrás al chico para convertirse en hombres, adquiriendo nuevos compromisos y enfrentándose a nuevas experiencias, y entre medias el bourbon que empoderaba al momento de una madurez necesaria.

Tu punto de madurez busca la identificación con el usuario final en un momento de consumo ideal para la marca. Bajo este formato de contenido que se alargará en el tiempo, se busca dar continuidad y humanizar el discurso y posicionamiento de Four Roses. Cuatro hombres, cuatro historias y cuatro rosas alrededor del bourbon.

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